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Orígenes
Vasco Núñez de Balboa nació hacia 1475 en la población extremeña de Jerez de los Caballeros, que por entonces se llamaba Jerez cerca de Badajoz y pertenecía a la Orden de Santiago.
Se conoce con certeza poco de su infancia, salvo que aprendió a leer y a escribir, contrariamente a otros conquistadores españoles, y que durante su juventud sirvió como paje y escudero de Pedro de Portocarrero, señor de Moguer y de Villanueva del Fresno.
En 1500, contando 25 años de edad, enterado de los viajes de Cristóbal Colón hacia el Nuevo Mundo, decidió emprender viaje a América dentro de la expedición de Rodrigo de Bastidas. En 1501 empezó a recorrer las costas del mar Caribe desde el este de Panamá, pasando por el golfo de Urabá, hasta el cabo de la Vela, correspondientes a la actual Colombia.
Con las ganancias que produjo dicha campaña, se retiró a la Española en 1502; concretamente se instaló en Salvatierra de la Sabana, y se dedicó sobre todo a la explotación porcina con cerdos, que fue arrasada por los temporales, por lo tanto, no tuvo suerte en esa actividad y se vio obligado a abandonarla arruinado y endeudado.
En 1509, Balboa se embarcó en Santo Domingo como polizón en la expedición que comandaba el alcalde mayor de Nueva Andalucía Martín Fernández de Enciso.
Antes de llegar la expedición a su destino, Fernández de Enciso descubrió a Núñez de Balboa a bordo y lo amenazó con dejarlo en la primera isla que se encontrara. Pero Fernández de Enciso, recapacitó, porque encontró de gran utilidad los conocimientos que tenía Núñez de Balboa de aquella región, que Balboa había explorado ocho años atrás, además la tripulación pidió que no lo abandonase, por lo que decidió mantenerlo a bordo.
Núñez de Balboa adquirió gran popularidad entre sus compañeros gracias a su personalidad y a su conocimiento del territorio.
Fundación de Santa María de Darién
Debido a lo peligroso del territorio, Balboa sugirió que el poblado de San Sebastián, donde había un pequeño batallón a cargo de Francisco Pizarro fuera trasladado hacia la región del Darién.
Fernández de Enciso aceptó dicha sugerencia. Así que el regimiento se trasladó a Darién, y allí tuvieron que enfrentarse a los hombres del cacique Cémaco. La batalla fue muy reñida, pero al final los españoles salieron victoriosos. Cémaco, quien fue señor de la comarca, junto con sus combatientes, abandonó el pueblo hacia la selva del interior.
Entonces los españoles decidieron saquear las casas y reunieron un gran botín consistente en alhajas de oro. Con la riqueza y tierras conquistadas, Núñez de Balboa fundó en 1510 la primera ciudad permanente en tierras continentales americanas, que pusieron por nombre Santa María la Antigua del Darién.
Logró la siembra del maíz y recibió provisiones de La Española y de España. Hizo que sus soldados se habituaran a la vida de exploradores de tierras coloniales. Núñez de Balboa logró recoger mucho oro, en parte de los adornos de las mujeres indígenas y el resto obtenido por formas violentas. En 1513, escribió una extensa carta al rey de España en la que le solicitaba más hombres aclimatados en La Española, armas, provisiones, carpinteros para construir buques y los materiales necesarios para levantar un astillero.
A finales de 1512, llegó a una comarca donde dominaba el cacique Careta. Este fue derrotado fácilmente y luego se hizo amigo de Balboa, recibiendo el bautismo cristiano y pactando una alianza con los castellanos que aseguró la subsistencia de la colonia, ya que el cacique prometió suministrarles alimentos. A cambio, los españoles le entregarían productos de hierro, metal desconocido en el continente americano y que se convirtió rápidamente en objeto de prestigio para los indígenas.
Para sellar la alianza, Balboa tomó «como si mujer fuera legítima» a la hija o sobrina del cacique Careta. Núñez de Balboa prosiguió su conquista llegando a las tierras del vecino y rival de Careta, el cacique Ponca, y este huyó de su comarca hacia las montañas, dejando solo a los españoles y los indígenas aliados de Careta que saquearon y destruyeron las casas de la comarca. Poco después, fue hacia los dominios del cacique Comagre, territorio fértil pero muy salvaje, aunque cuando llegaron fueron recibidos pacíficamente a tal punto que fueron invitados a un agasajo; de igual manera Comagre fue bautizado.
Es en esta comarca donde Núñez de Balboa escuchó por primera vez de la existencia de otro mar al otro lado de las montañas. Durante una disputa entre españoles con el poco oro que estaban encontrando, Panquiaco, hijo mayor de Comagre, se enojó por la avaricia de los españoles y tumbó la balanza que medía el oro y replicó: “Si tan ansiosos estáis de oro que abandonáis vuestra tierra para venir a inquietar la ajena, yo os mostraré una provincia donde podéis a manos llenas satisfacer ese deseo”.
Panquiaco relató de un reino al sur donde la gente era tan rica que utilizaban vajillas y utensilios en oro para comer y beber. También advirtió de que necesitarían al menos mil hombres para vencer a las tribus que habitaban tierra adentro y los que estaban en las costas del otro mar. Eran las primeras noticias del imperio Inca.
Descubrimiento del océano Pacífico
Núñez de Balboa emprendió el viaje desde Santa María a través del istmo de Panamá en 1513, con 190 españoles, algunos guías indígenas y una jauría de perros y usando un pequeño bergantín y diez canoas indígenas.
Después de varios días de navegación remontaron a la espesa selva pasando algunas dificultades llegaron al poblado de Cuarecuá. En este poblado se desencadenó una férrea y persistente batalla; el cacique fue vencido y muerto en combate. En la travesía Balboa conservó los 190 hombres que iniciaron el camino junto con un millar de indios, y se internaron a las cordilleras del río Chucunaque.
Según informes de los indígenas, desde la cima de esta cordillera se podía ver el mar; así que Núñez de Balboa se adelantó al resto de los expedicionarios, y logró llegar a la cima y contemplar, lejos en el horizonte, las aguas del océano desconocido, eso ocurrió el 25 de septiembre de 1513.
Pasado el momento épico del descubrimiento, la expedición bajó de las cordilleras rumbo al mar llegando a las tierras del cacique Chiapes, hubo un breve combate pero fue vencido e invitado a participar de la expedición.
Después de haber recorrido más de 110 kilómetros, bautizó al golfo donde estaban como San Miguel, porque fue descubierto el día de San Miguel (29 de septiembre), y al nuevo mar como mar del Sur, nombre dado entonces al océano Pacífico.
Regreso a Santa María la Antigua
Núñez de Balboa decidió regresar a Santa María la Antigua, pero usando una ruta diferente, para seguir explorando territorios y obtener mayores riquezas con su botín. De ahí decidió atravesar las tierras de Ponca y Careta, para finalmente llegar a Santa María en el mes de enero 1.514, con un gran botín de artículos de algodón, más de 100.000 castellanos de oro, sin contar con la cantidad de perlas; además de contar con el descubrimiento de un nuevo mar para los españoles.
Núñez de Balboa asignó a Pedro de Arbolancha para que viajase a España con la noticia del descubrimiento y envió una quinta parte de las riquezas obtenidas al rey, tal como lo establecían las leyes.
La Gran Expedición
Las acusaciones de Fernández de Enciso, a quien Núñez de Balboa había despojado del poder, y la destitución y posterior desaparición de Nicuesa hicieron que el rey nombrara gobernador de la nueva provincia de Castilla de Oro a Pedro Arias de Ávila, mejor conocido como Pedrarias Dávila.
Pero cuando el rey recibió al emisario Arbolancha, el monarca cumplió las peticiones, y envió una expedición de 1.500 hombres y 19 naves, siendo la más numerosa y completa que había salido de España, hasta entonces con destino a América.
En esta gran expedición comandada por el nuevo gobernador Pedrarias Dávila; lo acompañaron el licenciado Gaspar de Espinosa con el cargo de alcalde mayor, el mismo bachiller Fernández de Enciso ahora como Alguacil Mayor, el cronista Gonzalo Fernández de Oviedo que iba en calidad de oficial real; varios capitanes; varios clérigos entre los que resaltaba el fraile franciscano Juan de Quevedo asignado como obispo de Santa María; y finalmente venían mujeres entre las cuales estaba Isabel de Bobadilla, esposa de Pedrarias.
Al llegar a su destino más de 500 hombres murieron de hambre o víctimas del clima consumidos por la naturaleza de la selva tropical.
Conflictos con Pedrarias
Balboa recibió a Pedrarias junto con sus emisarios, en 1514, aceptó bastante resignado la sustitución del cargo de gobernador, pero Núñez de Balboa mostró su respeto con los nuevos emisarios coloniales.
Núñez de Balboa mostró ambiciones de seguir explorando de nuevo el mar del Sur, pero topó con la oposición de Pedrarias, que desconfiaba de él tras la gran hazaña del descubrimiento; no obstante Balboa, logró conseguir secretamente un contingente de hombres provenientes de Cuba y la embarcación que los traía se estableció en las afueras de Santa María.
Pedrarias descubrió la presencia de la embarcación y furioso apresó a Núñez de Balboa, le quitó a los hombres que necesitaba. El arzobispo de Quevedo apeló para que no castigase a Balboa por tal acción. Por suerte, en esos días, la Corona española había reconocido el gran servicio de Núñez de Balboa, y el Rey lo investía con el cargo de adelantado del Mar del Sur y gobernador de Panamá y Coiba.
Esto motivó que Pedrarias absolviera a Núñez de Balboa por el asunto de la llegada clandestina de hombres para su campaña.
Un adelantado era un alto dignatario español que llevaba a cabo o adelante una empresa jurídico militar y civil por mandato, cuenta y bajo designio real. Tenía asignada y apoderada, una jurisdicción nominada adelantamiento y su rango de dignidad era análogo al del almirante antiguo.
Ocaso y muerte
A partir de ese momento la rivalidad entre Núñez de Balboa y Pedrarias cesó de repente, porque el arzobispo de Quevedo junto con Isabel de Bobadilla esposa de Pedrarias, propuso que una hija de ellos, María de Peñalosa, que se encontraba en España en un convento; contrajese matrimonio con Balboa.
Las relaciones amistosas con Pedrarias duraron menos dos años. Porque Núñez de Balboa quería continuar la exploración del Mar del Sur y su suegro se oponía frontalmente. No obstante, Pedrarias consintió que Núñez de Balboa llevara a cabo dicha expedición, dando licencia al conquistador para que explorara por un año y medio.
Así que, Núñez de Balboa se trasladó a Acla con 300 hombres y logró preparar los materiales para hacer los barcos, utilizando además como obreros a indígenas y esclavos africanos. Logró trasladarse hasta el río Balsas donde construyó cuatro navíos.
Navegó 74 kilómetros por el Pacífico, recorriendo el archipiélago de las Perlas y luego las costas de Darién hasta Puerto Piñas.
Pedrarias envió un mensajero a Balboa para decirle que regresara a Santa María de la Antigua y que se presentara ante él con mucha urgencia. Balboa inició el regreso; pero en el camino se encontró con un grupo de hombres al mando de Francisco Pizarro, quien lo detuvo por orden de Pedrarias y fue acusado de traidor por intento de usurpación del poder y de tratar de crear un gobierno aparte en el mar del Sur.
Núñez de Balboa, negó esta acusación y solicitó que se le enviara a La Española o a España para su juicio; pero Pedrarias, de acuerdo con el alcalde Gaspar de Espinosa, ordenaron que se ejecutara el juicio lo más pronto posible. El juicio se celebró en Santa María a mediados de enero de 1519. Núñez de Balboa fue sentenciado con la pena de muerte y el 15 de enero fue decapitado junto con cuatro de sus amigos, Fernando de Argüello, Luis Botello, Hernán Muñoz y Andrés Valderrábano acusados de cómplices, la ejecución se realizó en el poblado de Acla, como demostración de que la conspiración tenía raíces en la colonia. Núñez de Balboa fue conducido al patíbulo y no pudiendo contener su indignación gritaba: “Mentira, mentira; nunca halló cabida en mí semejante crimen; he servido al Rey como leal, sin pensar sino en acrecentar sus dominios”.
Las cabezas de los decapitados permanecieron varios días expuestas en el pueblo, ante la curiosidad y temor de los habitantes. Se desconoce el destino de los restos de Núñez de Balboa, debido en parte a que los textos y crónicas no mencionan lo que ocurrió después de su ejecución.
Luego Fernando de Magallanes, en 1520, rebautizaría el mar como océano Pacífico, por sus aparentemente calmas aguas.