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Pacto de agresión contra Suecia
Rusia, Polonia y Dinamarca formaron un pacto de agresión contra Suecia. Todos trataban de conquistar el territorio sueco. Rusia quería la costa del Báltico para tener un acceso al mar, Polonia quería Livland (una provincia sueca del Báltico) y Dinamarca quería recuperar las provincias de Skåne en el sur de Suecia. Así, en agosto de 1698, Pedro el Grande y Augusto de Sajonia hicieron planes de un pacto de agresión contra Suecia. En julio de 1699, Dinamarca y Rusia firmaron el pacto y en septiembre de 1699, se unieron Dinamarca y Polonia. Finalmente, en noviembre de 1699, Rusia y Polonia firmaron el pacto de agresión. En este momento Suecia tenía una alianza con Inglaterra y los Países Bajos.
El ejército dano-noruego estaba formado por 36.000 hombres. Aunque en realidad eran dos ejércitos separados con personajes muy distintos. Los 23.000 hombres del ejército danés fuerte en este momento estaban compuestos principalmente por hombres alistados, de los cuales la mitad de ellos eran extranjeros (en su mayoría alemanes). Sin embargo, la mayor parte de la caballería danesa (los regimientos nacionales) era reclutada de una manera muy similar a la caballería “indelta” de Suecia. Por otra parte, el ejército noruego de 13.000 hombres era fuerte, con la excepción de unos pocos regimientos, reclutados por conscripción y consistía en noruegos étnicos, que, como los “suecos indelta”, eran soldados a tiempo parcial cuando no estaban en campaña.
Invasión del ducado de Schleswig-Holstein-Gottorp
La tensión entre Suecia y Dinamarca aumentó en 1697 cuando las fuerzas danesas destruyeron fortificaciones en Schleswig-Holstein-Gottorp, en el norte de Alemania. Holstein-Gottorp era un aliado de Suecia y esta envió una fuerza de 2.400 soldados de Wismar y Bremen, dos provincias suecas en el norte de la actual Alemania, para reconstruir las fortificaciones.
Fortalecida por el pacto de agresión, Dinamarca comenzó a ser cada vez más agresiva hacia Schleswig-Holstein-Gottorp. En febrero de 1700, Augusto de Sajonia atacó Livland sueco con tropas sajonas.
Enterado del ataque a Livland, el 20 de marzo de 1700, Federico IV de Dinamarca envió una fuerza de 20.000 hombres contra el ducado Schleswig-Holstein-Gottorp (sur de Jutlandia); y halló una débil resistencia de las fuerzas ducales y sus aliados suecos, consistente únicamente en unos 5.000 defensores bajo el mando de Johan Gabriel Banér, por lo que en muy poco tiempo se logró la conquista casi total del territorio del ducado y se derribaron sus fortificaciones recién reconstruidas. Los defensores, perseguidos por el enemigo, tuvieron que retirarse hacia la fortaleza de Tönning, en Schleswig, la plaza que pronto fue sitiada por los daneses, el 21 de abril.
En defensa de Schleswig-Holstein-Gottorp se movilizaron tropas destacadas en las posesiones suecas en Alemania, así como un ejército del principado de Luneburgo, un estado garante, como Suecia, de la soberanía de Schleswig-Holstein-Gottorp. Los refuerzos sumaron 17.000 hombres (7.000 suecos y 10.000 soldados de Lüneburg), que se pusieron en marcha hacia Tönning. El ejército danés se retiró del asedio y prefirió acudir al encuentro de los refuerzos que llegaban. Los ejércitos enemigos acamparon muy cerca uno del otro, pero no presentaron batalla.
Ataque sueco a Copenhague
Carlos XII de Suecia, enterado de las operaciones danesas y sajonas en su zona de influencia, apresuró la reorganización de la armada y el ejército. Eligió combatir primero a Dinamarca antes de responder enérgicamente a Sajonia. En junio, zarpó del puerto de Karlskrona una flota de 38 buques de línea y 10 fragatas y se dirigió a Oresund. Mientras tanto, un ejército sueco se desplazó a Escania y otro más a la frontera con Noruega, previendo un posible ataque desde ese país.
La armada danesa bloqueó Oresund con sus 40 buques de línea, en la entrada oeste de Drogden y obligó a los barcos suecos a navegar en otro camino hacia el este con el nombre de Flintrännan, que en ese momento se decía que era poco profundo, pero Carlos XII ordenó que debían intentarlo. El 13 de julio, los barcos suecos cruzaron Flintrännan pero 3 barcos quedaron encallados. A la flota sueca se sumó cerca de la isla de Ven, una flota anglo-holandesa compuesta de 23 buques de línea, 5 fragatas y 11 buques de distintos tipos, mandada por al almirante George Rooke. Tanto Inglaterra como los Países Bajos eran también garantes de la independencia de Schleswig-Holstein-Gottorp.
La flota combinada presionó a los barcos daneses y los obligó a retirarse a Copenhague, donde quedaron completamente detenidos y bajo fuego.
En lugar de socorrer directamente a Schleswig-Holstein-Gottorp, el mando sueco decidió desembarcar tropas en la isla de Selandia, en Humlebæk, al sur de Helsingør. Tras algunas estratagemas menores, la flota sueca engañó a las fuerzas danesas para hacerles creer que se produciría un desembarco importante en Rungsted en lugar de Humlebæk.
De los 4.700 soldados suecos que navegaron desde Karlskrona, 2.500 participarían en la primera oleada contra los defensores daneses en Humlebæk. Las fuerzas suecas consistían en su mayoría de infantería y estaban mandadas por Carlos XII, Arvid Horn y Carl Gustav Rehnskiöld. Las fuerzas danesas en Zelanda consistían en 5.000 hombres, de los cuales 350 de caballería y 350 campesinos defendían la playa atrincherada, el comandante era Jens Rostgaard, que tenía 7 piezas de artillería. Había una ligera niebla y soldados suecos fueron embarcados en pequeños botes de desembarco. Listo para asaltar el atrincheramiento danés. Mientras tanto, la flota aliada bombardeó Copenhague para detener a las tropas y barcos daneses para no perturbar la operación.
El 4 de agosto de 1700, Suecia lanzó el ataque, se escuchó un disparo de cañón como señal y, con el apoyo del fuego de los barcos cercanos que bombardeaban las defensas danesas, los pequeños botes de desembarco se acercaron a Humlebæk. Primero en desembarcar fue un teniente llamado Gustaf Henrik Siegroth que saltó con sus hombres para asegurar el flanco izquierdo de la playa, constantemente bajo el fuego de los mosquetes y cañones daneses y el agua que les llegaba hasta la cintura seguían moviéndose, aunque lentamente. La caballería danesa vio su oportunidad de atacar y detener a los suecos que avanzaban antes de llegar a la playa, y envió un escuadrón de jinetes. Sin embargo, los suecos lograron mantener su pólvora seca y, con algunos disparos precisos, detuvieron su carga y luego, al llegar a aguas menos profundas, cargaron con sus bayonetas. Esto obligó a la caballería danesa a retirarse y el flanco izquierdo se aseguró una cabeza de desembarco.
Las acciones de Siegroth, alentaron rápidamente el flanco derecho sueco bajo la dirección de Carlos XII, que no dudó en saltar al agua. Con los mosquetes sobre sus cabezas, la derecha sueca llegó a la playa y obligó a los soldados daneses restantes a huir, asegurando el desembarco.
Los suecos construyeron un campamento fortificado al día siguiente para las 4.700 efectivos, sin embargo, su estado era crítico, sin disponer de caballería, estaban atrapados ente cualquier posible asalto danés.
Después del desembarco exitoso en Humlebæk, las defensas danesas comenzaron a retirarse a Copenhague, que había estado bajo fuego de la flota aliada. La flota que había transportado a los soldados suecos fue devuelta a recoger refuerzos. Después de algunos días llegaron con Magnus Stenbock y la fuerza en Humlebæk llegó a 10.000 soldados.
El plan estratégico era asediar a Copenhague y obligar a Dinamarca a rendirse, un asalto de la ciudad estaba fuera de discusión, ya que la moral de las fuerzas danesas parecía bastante alta. En su lugar, sería bombardeado tanto desde el mar como desde la tierra.
Sin embargo, el 21 de agosto de 1700, durante su marcha hacia el sitio de Copenhague, Federico IV de Dinamarca ofreció negociaciones a Schleswig-Holstein-Gottorp y a Luneburgo. El 8 de agosto de 1700 se firmó el Tratado de Traventhal, en el que Dinamarca reconocía la independencia del Ducado. Así, se retiraron de la guerra Inglaterra, los Países Bajos y Luneburgo. Con la salida de esos países, Carlos XII vio frustrados sus planes de destruir a la armada danesa, en ese tiempo bastante superior a la sueca. De igual manera, su ejército se embarcó de regreso a Suecia a través del Oresund, y Dinamarca pudo evitar una derrota completa.
Con un oponente menos en la guerra, Suecia dirigió su ejército a ayudar a los sitiados en Narva, donde lograrían una aplastante derrota en la batalla de Narva que obligó a Rusia a retirarse y terminar su campaña de 1700.
Las bajas sufridas por ambas naciones son desconocidas, sin embargo, se dice que Suecia solo tuvo un muerto confirmado durante el desembarco y entre 5 y 20 heridos. Otra fuente afirma que los suecos sufrieron 3 muertos, es posible que fueran 2 heridos graves que murieron a causa de sus heridas después de la batalla.
Las bajas danesas son un poco más complicadas y no hay datos reales confirmados. Sin embargo, se afirma que unos 10 a 20 hombres fueron muertos y un grupo de campesinos fueron capturados, desarmados, pero más tarde liberados.