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Antecedentes
La declaración de guerra danesa llegó al Consejo de Estado sueco el 18 de octubre de 1709, la escusa fue que la población Scania, Halland, Blekinge y Bohuslän había sido maltratada por los suecos. Tras aplastante derrota en la batalla Poltava, se estimaba que le tomaría a Suecia bastante tiempo reconstruir su ejército. El rey Federico IV de Dinamarca juzgó propicia la situación para ordenar una invasión en el sur de Suecia y recuperar Escania, Halland y Blekinge, provincias con población de lengua danesa, así como Bohuslän, territorio tradicionalmente noruego. Esta nueva fase del conflicto es conocida en Dinamarca y Noruega como la Guerra de los Once Años, ya que duró de 1709 a 1720.
A fines del otoño de 1709, una enorme flota danesa se reunió en Øresund, y el 2 de noviembre llegó a Råå. El ejército de invasión danés estaba liderado por el general Christian Ditlev Reventlow y consistía de 15.000 hombres divididos en 6 RCs, 4 RDs, 8 RIs y 6 baterías de artillería.
Se encontraron con prácticamente muy poca resistencia por parte de los suecos. El ejército sueco había quedado prácticamente destruido en la batalla de Poltava, cuando la mayoría de los regimientos habían sido completamente destruidos o se rindieron después de la batalla. El trabajo de reconstrucción y reclutamiento de los regimientos comenzó inmediatamente después de Poltava, pero a fines del verano de 1709, Magnus Stenbock, solo tenía un regimiento en Scania en condiciones de presentar batalla. El contraataque sueco tendría que esperar y el ejército se retiró a Småland . A principios de diciembre, los daneses controlaban casi todo el centro de Scania, excepto las ciudades fortificadas de Landskrona y Malmö. Su objetivo era tomar la base naval en Karlskrona en Blekinge, y el ejército danés se abrió camino rápidamente en Suecia.
Después de acampar entre Helsingborg y Landskrona, el ejército danés partió a principios de enero de 1710 con dirección a Kristianstad. En enero de 1710, derrotó a una fuerza sueca más pequeña en las afueras de Kristianstad.’El objetivo central era la conquista de Karlskrona, donde se hallaba el arsenal naval sueco. Kristianstad capituló el 13 de enero, pero Reventlow, en vez de marchar hacia Karlskrona, se retiró de regreso a Scania, enterado de que Stenbock había organizado su ejército en Växjö y comenzaba a moverse hacia Escania.
Stenbock había intentado frenéticamente reunir un nuevo ejército sueco y varios regimientos nuevos habían comenzado a reunirse en Växjö, desde donde Stenbock había planeado marchar. Los reclutas crudos se ejercitaban diariamente en el hielo de un lago congelado cerca de la ciudad. Para el 5 de febrero, Stenbock se había mudado a Osby, donde se unieron unidades adicionales. En ese momento, sus efectivos alcanzaron unos 16.000 hombres. Helsingborg era la llave de Escania y Stenbock, intentaron marchar de Rönneå a Kävlingeån, cortando así las líneas de suministro danesas.
El comandante danés Reventlow en cuanto vio la amenaza y se volvió de inmediato para enfrentarse a los suecos, pero cuando llegaron a Ringsjön en el centro de Skåne, Reventlow enfermó repentinamente y tuvo que ceder el mando al teniente general Jørgen Rantzau. Rantzau temía ser atrapado entre el ejército sueco y la guarnición sueca en Malmö y, por lo tanto, decidió moverse hacia Helsingborg. Una vez en la ciudad, Rantzau pudo ser reforzado y cuando acampó, su fuerza ascendió a 10.000 infantes y 4.000 jinetes. Stenbock recibió la noticia de la marcha danesa demasiado tarde y tuvo que correr a Helsingborg. La noche del 28 de febrero, acampó al noreste de la ciudad. El ejército sueco era en ese momento tan grande como el ejército danés, con más caballería y menos infantería.
Batalla de Helsingborg (28 de febrero de 1.710)
En la mañana del 28 de febrero, Stenbock marchó hacia el sur hacia Helsingborg. Cuando se acercó a las posiciones danesas, ordenó a su ejército que tomara posiciones de batalla. Una espesa niebla matinal se extendía sobre la zona y ocultaba ambos bandos. Ambos bandos desplegaron en dos líneas, con la infantería en el centro y la caballería en las alas. Los daneses disponían de 1.750 jinetes, 2.250 dragones, 9.600 infantes y 400 artilleros, en total 14.000 efectivos. Desplegaron:
- Ala derecha mandada por el general Rodsten con los RCs de Sjaelland (250), Guardias de Til Hast (250 ?) y Príncipe Christian (250); y los RDs de Lif (600) y de Sjaelland (600). En total 750 jinetes y 1.200 dragones.
- Centro primera línea mandada por el general Eichstedt con el RG de Korps (1.000); y los RIs de Jyske (1.000), Fynske (1.000), Liv (1.000), y Guardias de Til (1.000). Total 5.000 efectivos.
- Centro segunda línea manda por el general Hessen con los RIs de Laalandske (600), Vestsjaelandske (1.000), Ostjaelandske (1.000), y von Hesse (1.200). En total 3.600 efectivos.
- Ala izquierda mandada por el general Dewitz con los RCs de Leepels (250), de Marine (250), de Fynske (250), de Sjaellandske (250), y los RDs de Bulow (500), y de Sjaelland (550). En total 1.000 jinetes y 1.050 dragones.
Disponía de 3×12, 4×6, 6×4, 16×3 cañones y 3 obuses.
Pos su parte los suecos disponían de 5.500 jinetes, 8.000 infantes y 400 artilleros, en total 13.900 hombres. Desplegaron de la siguiente manera:
- Ala derecha mandada por el general Ducker, con los RCs de Upplands (500), Adelsfane (250), Enkedronningens (750), Til Hast (750), y de Smalands (500). En total 2.750 jinetes.
- Centro primera línea mandada por el general Stenbock, con los RIs de Elfsborgs (1.200), Upplands (600), Malo (600), Jonkopings (600), Kronobergs (600), y Sachiska Regt (600). En total 4.200 infantes.
- Centro segunda línea mandada por el general Von Der Noth, con los RIs de Sodermanlands (1.200), Ostgota (800), Vastmanlands (600), Kalmar (600), y Upplands (600). En total 3.800 infantes.
- Ala izquierda mandada por el general Lewenhaupt con los RCs de Vastgota (1.000), de Ostgota (750), Gyllenstierna (500), y Smalands (500). En total 2.750 jinetes.
Cuando la niebla se levantó, los dos comandantes pudieron revisar sus respectivos ejércitos. Rantzau vio que el ejército sueco sobrepasaba su propio el ala izquierdo en el oeste y se vio obligado a reforzarlo rápidamente. Rantzau había desplegado su artillería en las alturas de Ringstorp, desde donde comenzó a disparar a las tropas suecas al mediodía.
En lugar de aprovechar el débil flanco derecho danés, Stenbock dirigió su ejército hacia el este hacia el ala derecha danesa. Esto fue percibido por los daneses como un intento de rodear su ala por el este, y para evitar esto, marcharon más hacia el este, abriendo huecos en la línea danesa que no se podían llenar. En el este, por Brohuset, tuvieron lugar las primeras escaramuzas. Los suecos fueron rechazados y el comandante sueco Burenskiöld fue capturado. Sin embargo, el resto del ala sueca pudo mejorar la situación y pronto los daneses se encontraban en desventaja. Rantzau participó en la lucha personalmente, sin pensar en la dirección de la batalla, y finalmente fue herido por una bala en el pulmón. Al mismo tiempo se desarrolló un rumor en el ala izquierda danesa de que los suecos los habían rodeado y estaban atacando por retaguardia.
La desaparición de Rantzau se hizo evidente en el centro de la línea danesa donde las fuerzas suecas habían comenzado a atacar. Los daneses tuvieron grandes dificultades para resistir el asalto, y cuando las tropas vieron cómo iba el ala derecha y el centro comenzaban a colapsar. La élite danesa obligó a Gardet y los cuerpos de granaderos desplegados en los bordes podrían impedir que los suecos avanzaran lo suficiente como para permitir que otras fuerzas pudieran replegarse, pero muchas de las tropas que huían fueron derrotadas por la caballería sueca.
Ahora los suecos atacaron la brecha que se había formado entre el centro danés y su ala oeste. Allí también los daneses no tenían liderazgo, ya que el comandante von Dewitz había sido ordenado acudir al ala este de la batalla. La caballería sueca persiguió a los daneses y rodeando así a los granaderos. La otra fuerza de élite, Gardet, ya se había visto obligada a retirarse y la situación se volvió insostenible para los daneses. El general de división Valentin von Eickstedt ordenó la retirada danesa.
El resto del ejército danés había buscado refugio dentro de los muros de Helsingborg, y Stenbock evitó atacarlos porque tenían una posición demasiado ventajosa. En lugar de eso, asedió la ciudad e invitó a los daneses a capitular, pero von Dewitz rechazó la oferta. Un consejo de guerra sueco determinó que las fuerzas suecas eran demasiado débiles para asaltar la ciudad, y en su lugar comenzó un bombardeo de la ciudad. Para el 5 de marzo, los últimos restos del ejército danés dejaron Scania después de matar a todos sus caballos y clavar sus cañones.
Los daneses tuvieron 1.500 muertos, 3.500 heridos, y 2.677 capturados, más de 50 % de sus efectivos; las pérdidas suecas ascendieron a 897 muertos 2.098 heridos, un 20 % de sus efectivos. El ejército danés abandonó Scania, para no volver jamás.
La ciudad de Helsingborg fue duramente golpeada por la batalla, debido tanto al bombardeo sueco que destruyó sus edificios, así como los cadáveres humanos y de caballos que envenenaron los pozos. Una epidemia de peste asoló el pueblo y redujo aún más su población. Helsingborg no se recuperaría hasta mediados del siglo XIX.
Batalla de la bahía de Køge (4 de octubre de 1710)
Aun cuando Dinamarca no pudo concretar su empresa de conquista en la península de Escandinavia, su entrada en la guerra significó un nuevo equilibrio de fuerzas en el mar, ya que la armada danesa aún mantenía su prestigio militar. El Báltico se convirtió en un escenario frecuente de batallas entre las flotas sueca y danesa, con fortuna cambiante y sin que una pudiese obtener una victoria contundente sobre la otra. La presencia de barcos de guerra daneses en el Báltico dificultó la comunicación entre Suecia y sus territorios en Alemania, amenazados por los aliados, así como la posibilidad de un ataque sueco por mar sobre sus enemigos.
La batalla más importante tuvo lugar el 4 de octubre de 1710, en la bahía de Køge, al sur de Copenhague. La flota danesa estaba mandada por el almirante Ulrik C. Gyldenløve, y tenía 26 barcos de la línea y 5 fragatas con 1.808 cañones, y la flota sueca estaba mandada por el almirante Hans Wachtmeister y tenía 21 barcos de la línea y varias fragatas con 1.512 cañones.
Durante el enfrentamiento el barco danés Dannebroge (94) explotó y de la tripulación de 550 hombres solo 9 sobrevivieron. Los barcos suecos Tre Kronor (86) y Prinsessan Ulrika Eleonora (80) encallaron, siendo hundidos al día siguiente. Debido al clima la batalla no pudo continuar. Sin embargo, la flota sueca logró hundir y capturar 5 barcos de un convoy danés de barcos de transporte que debían embarcar una fuerza de invasión rusa en Danzig. La acción en Køge Bugt cambió los planes de invasión rusos.
