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Assur-etil-ilani (630-627 AC)
Tras la muerte de Asurbanipal, subió al poder su hijo Assur-etil-ilani. Nada más ascender al trono tuvo que hacer frente a un golpe de estado, que fue abortado gracias a la energía de su general, Sin-shumu-lisir, al que recompensó con tierras. Después tuvo que contener a los escitas, que atacaron el norte del Imperio. Sin embargo, esto no fue suficiente para mantener la paz. Inmediatamente, su hermano Sin-shar-ishkun le disputó el trono de Babilonia. Assur-etil-ilani marchó al encuentro del traidor, pero halló la muerte junto a Nippur.
Sin-shar-ishkun (626-12 AC)
Marchó rápidamente hacia Nínive para reclamar el trono de Asiria, que había sido usurpado por el general Sin-shumu-lisir. Heredó un Imperio que se iba a pique tras la rebelión de Babilonia y las continuas luchas internas. Al inicio de su reinado, sometió a los rebeldes asirios que asesinaron a su hermano, acabando con la guerra civil.
En 626 AC, pudo rechazar un ataque de Nabopolasar (Nabucodonosor) a Nippur, y contraatacó, bloqueando la ciudad de Babilonia. Aunque debilitado, el ejército asirio todavía tenía la iniciativa, y bajaba cada año a Acad para acciones de intimidación, pero la situación evolucionaba en favor de Babilonia. En 623 AC, la región de Der se rebeló contra Asiria, y Nínive tuvo que rechazar un ataque de Fraortes rey de Media. Aquí se interrumpe el texto de la crónica, que se reanudó en 616 AC.
La nueva crónica refleja un cambio en la relación de fuerzas. En adelante, son las tropas babilónicas las que toman la iniciativa, remontando el valle del Éufrates, y luego el Tigris, para llevar a los asirios hasta el pequeño Zab.
En 614 AC, los medos invaden asiria, destruyen la ciudad de Tarsibu, y rodean la ciudad de Nínive, pero no sufre la conquista aún, debido a sus sólidas defensas. Ciaxares le da orden a sus tropas de seguir el curso del Tigris hacia la antigua capital asiria, y ahora su ciudad más sagrada de Assur que es saqueada, quemada y arrasada.
En 612 AC, los ejércitos medo y babilonio, se reunieron en el Tigris y comenzaron a avanzar hacia Nínive. La ciudad fue totalmente rodeada, y sometida a un duro asedio en el que se emplearon numerosas tácticas, y artificios de ingeniería de asedio para penetrar las gruesas murallas. Las tropas aliadas penetraron en Nínive por el lecho seco del río Khosr, llegando a la ciudadela donde estaba el templo de la diosa Isthar.
Allí se masacró a los guerreros asirios que en ningún momento se rindieron y que lucharon hasta el final junto a su rey, la ciudad fue saqueada, sus habitantes masacrados, y luego sus altares, fueron derribados y la ciudad entera fue pasto de las llamas. Fue destruida totalmente un 10 de agosto del 612 AC, así como muchos de los escritos que celosamente guardaba la biblioteca creada por Asurbanipal.
Nabopolasar o Nabucodonosor escribió: «Aniquilé la zona de Subartu (Asiria), convertí las hostiles tierras en cascotes y ruinas. Los asirios que, desde días lejanos, han gobernado sobre todas las gentes con su pesado yugo, han llevado el dolor a todos los pueblos de la tierra, sus pies hice retroceder de Akkad, su yugo rechacé«.
Ashur Uballit II (612-609 AC)
Era un general del ejército asirio que se cree que pertenecía a la familia real, se proclamó rey en la fortaleza de Harrán en 612 AC, y gobernó desde allí.
Al año siguiente, los babilonios atacaron en dos ocasiones, limitándose a tomar botín y prisioneros en las regiones colindantes, al oeste de Nisibis. Volvieron en 610 AC, entonces en compañía de los medos, y Ashur-uballit se replegó al oeste del Éufrates. La ciudad abandonada de Harrán fue saqueada y ocupada.
En 609 AC, Ashur-uballit, con el apoyo de tropas egipcias enviadas por el faraón Necao II, atravesó de nuevo el río Éufrates y trató de tomar la capital perdida, pero el sitio fracasó. Aquí desaparece toda mención de Ashur-uballit en la historia, y se pone punto final al Imperio asirio.