¡Ayúdanos a mejorar el blog!
Si ves alguna palabra mal escrita, o frase que no tenga mucho sentido, es muy fácil hacérnoslo saber. Sólo tienes que seleccionar las palabras que te resulten sospechosas y pulsar las teclas CONTROL y ENTER. Se abrirá un formulario con el texto seleccionado, y con pulsar enviar recibiremos tu notificación.
También puedes abrir el formulario pulsando el siguiente botón
Muerte de dos cónsules 208 AC
En el 208 AC,los romanos disponían de 21 legiones distribuidas de la siguiente forma:
- Apulia: 2 legiones del ejército de consular Marcelo.
- Lucania: 2 legiones bajo el mando de Crispino en Lucania.
- Tarento: 2 legiones bajo el mando de Quinto Claudio Flaminino.
- Capua: 1 legión bajo el mando de Quinto Fulvio Flaco.
- Etruria: 2 legiones bajo el mando de Cayo Hostilio Túbulo.
- Galia Cisalpina: 2 legiones bajo el mando de Lucio Veturio Filón.
- Cerdeña: 2 legiones bajo el mando de Cayo Arunculeyo.
- Sicilia: 2 legiones bajo el mando de Sexto César.
- Hispania: 4 legiones bajo el mando de Silano y Publio Escipión.
- Roma: 2 legiones urbanas.
Desde Lucania Crispino inició las operaciones dirigiéndose al Brucio para asediar Locri. Le trajeron maquinaria de asalto desde Sicilia y comenzó el cerco. Aníbal reaccionó desplazándose con su ejército al cabo Lacinum al sur de Crotona. Crispino decidió abandonar el cerco y dirigirse hacia Apulia para reunirse con Marcelo. Mientras el pretor en Sicilia Lucio Cincio Alimento tomó el relevo del asedio de Locri con efectivos traídos desde la isla, al tiempo que la mitad del ejército con base en Tarento se desplazó desde allí a unirse a la operación.
Aníbal salió en persecución de Crispino, pero a la altura de Petelia tendió una emboscada con 3.000 jinetes y 2.000 infantes a los efectivos que venían desde Tarento, avisado por los habitantes de Thurium. 2.000 romanos murieron y otros 1.200 fueron apresados. El resto retornó a Tarento.
En una posición entre Venusia y Bantia acamparon ambos cónsules romanos en dos campamentos diferentes. Aníbal llega a la zona persiguiendo a Crispino y acampó frente a ellos. Los cónsules sacaron sus ejércitos presentando batalla, pero el púnico rehusó aceptarla ante la magnitud de los efectivos oponentes. Comenzó un compás de espera en el trascurso del cual los cónsules decidieron hacer una salida de reconocimiento a una colina emplazada entre los campamentos romanos y el cartaginés. Durante la misma fueron emboscados por la caballería cartaginesa que mató a Marcelo e hirió muy gravemente a Crispino. Algunos prefectos aliados cayeron también en la celada.
Aprovechando la parálisis que eso provocó en las filas romanas, Aníbal se decidió explotar el éxito y tomar la relativamente cercana Salapia mediante engaño aprovechando que poseían el anillo consular de Marcelo. Sin embargo los romanos habían sido más rápidos que él y habían mandado mensajeros informando de la novedad a todas las localidades circundantes. Alertadas por esto, cuando llegaron los mensajeros de Aníbal haciéndose pasar por romanos con una carta del cónsul y avisando de la llegada esa misma noche del mismo a la ciudad, decidieron a su vez tender una trampa a los púnicos. El general cartaginés adelantó una tropa de 600 aliados itálicos que se hacían pasar por romanos, fueron dejados pasar a la ciudad, momento en el que las puertas se cerraron de golpe y fueron masacrados por los defensores. Descubiertos sus planes, Aníbal decidió retornar al Brucio para socorrer Locri, lo hizo a marchas forzadas adelantando efectivos ligeros para avisar a la guarnición de la localidad de su inminente llegada, que se coordinaría con una salida de los defensores.
Mientras el ejército consular de Marcelo se dirigía a Venusia mandado por el hijo del cónsul fallecido, al mismo tiempo Crispino se dirigió con el suyo a Tarento donde invernaría. El hijo de Fabio Máximo fue enviado a Venusia a hacerse cargo del ejército de Marcelo.
Magón, jefe de la guarnición que defendía Locri, coordinó con Aníbal el ataque sobre los romanos, siendo estos totalmente sorprendidos por la llegada de Aníbal, huyendo hacia los barcos de modo precipitado, abandonando la maquinaria de asalto. De este modo el sitio quedó levantado. Siendo apresado Lucio Cincio Alimento, pretor en Sicilia, que fue prisionero de Aníbal, cosa que aprovechó para escribir sobre la guerra aportando información del bando cartaginés.
Antes de acabar el año y como consecuencia de sus heridas Crispino falleció y en su lugar fue enviado desde Etruria el pretor Cayo Hostilio Túbulo para hacerse cargo provisionalmente del mando de su ejército.
Batalla de Grumentum 207 AC
En el 207 AC, ante la amenaza de la llegada de Asdrúbal a Italia, el senado romano nombra dictador Tito Manlio Torcuato, manteniendo dos ejércitos consulares. Uno fue mandado por Marco Livio Salinator que fue enviado al norte para bloquear el paso del ejército de Asdrúbal por los Alpes, mientras que el otro era mandado por Claudio Nerón se dirigió hacia el sur, contra Aníbal.
Incluso antes de recibir el mensaje de su hermano Asdrúbal, Aníbal sabía que tenía que viajar al norte para encontrarse con él. Era consciente de las ventajas la unión de ambos ejércitos cartagineses, y la desestabilización que esto crearía en el centro de Italia. Pero Aníbal tenía que actuar con astucia, porque al dejar el Brucio indefenso durante varios meses; podría ser conquistado por cualquiera de los múltiples ejércitos romanos que lo había estado acosando. Se arriesgaba a perder uno de sus mejores aliados en Italia, además la posible pérdida de Locri y Crotona, los dos únicos puertos que controlaba. Esto le privaría de la posibilidad de recibir refuerzos de Cartago o de Macedonia o volver a embarcarse de nuevo a África con su ejército si todo estaba perdido.
Cuando Fulvio Flaco procónsul de Brucio, se dio cuenta de los movimientos de Anibal, le persiguió, y envío un mensaje al cónsul Nerón, que se encontraba en Vonusia, informándole de la situación. Nerón movió su ejército hacia Grumentum con el fin de interceptar Aníbal.
Fulvio Flaco, también se dirigió a Grumentum, reuniendo su ejército con el de Nerón. Los romanos tenían unos 34.000 soldados de infantería y 2.500 de caballería. Los campamentos de ambos ejércitos estaban separados por unos 1.500 metros por unas colinas, el campamento de Aníbal estaba cerca de la ciudad para tener cubierta su retaguardia. Las fuerzas romanas bloqueaban todas las rutas hacia el norte, por lo que Aníbal decidió ofrecer batalla con el fin de romper el bloqueo y enlazar con Asdrúbal.
Aníbal desplegó sus fuerzas en línea de batalla durante varios días, pero los romanos no aceptaban la batalla. Hubo algunas escaramuzas menores, la intención de los romanos era simplemente mantener a Aníbal en el sur.
Finalmente el carácter impetuoso del cónsul romano y las continuas provocaciones del ejército de Aníbal, llevaron Nerón a aceptar el desafío de Aníbal. Nerón preparó una trampa, enviando por la noche 5 cohortes y 5 manípulos bajo el mando de Tiberio Claudio Asellus, y P. Claudio, a unas colinas situadas a la izquierda y a retaguardia del campamento de Aníbal.
Al día siguiente Nerón formó temprano sus tropas para la batalla, Aníbal al enterarse de que estaba formado, mandó salir a sus hombres y desplegar rápidamente, Nerón aprovechó la confusión inicial y para hacer un fuerte e inesperado ataque contra las tropas ligeras de Aníbal con su caballería.
La presencia de Aníbal, sin embargo, comenzó a restaurar el orden; el ala derecha romana atacó antes de que los cartagineses hubiesen completado el despliegue. Los romanos eran mejores en disciplina y tenían la ventaja de la iniciativa.
Los cartagineses no mostraron la desmoralización, y resistieron los enérgicos los ataques romanos con gran determinación. Aníbal a pesar del terror y la confusión consiguió completar la formación de sus tropas para la batalla.
Los púnicos aguantaron bien los ataques romanos, pero de repente por su flanco izquierdo aparecieron las tropas emboscadas, el flanco izquierdo púnico, retrocedió para apoyarse en el campamento, mientras en ala derecha la caballería púnica muy superior puso en fuga a la romana y amenazaba con cortar la retaguardia romana. Nerón ordenó la retirada al campamento.
Según Livio los romanos mataron 8.000 púnicos, y capturaron 700 hombres y 7 elefantes, y los romanos sufrieron 5.000 muertos, dando la victoria a los romanos.
Lo cierto es que la batalla realmente quedó en tablas con ventaja para Aníbal, ya que consiguió romper el bloqueo romano y dirigirse a Venosa. Nerón ofreció batalla al día siguiente, pero Aníbal lo rechazó. Al tercer día abandonó el campamento dejando los fuegos encendidos a cargo de los númidas, e inició la marcha hacia el norte. Nerón cuando descubrió la huida le persiguió, tras unas acciones menores, se dirigió a Metaponto, para recoger la guarnición de la ciudad, mandada por su sobrino Hanón.
Después de la incorporación de las fuerzas de Metaponto a su ejército, envió a Hanón a Brucio, mientras él se dirigió a Canusio en Apulia, donde acampó a la espera de noticias de su hermano. El cónsul Nerón lo siguió y estableció su campamento cerca.
El año 207 AC, las fuerzas romanas se encontraban estáticas en el Brucio, y algunas habían sido desviadas hacia Etruria y la Galia Cisalpina para enfrentarse a Magón. En 206 AC, el Brucio quedó asignada a ambos cónsules. Durante un tiempo, Aníbal se mantuvo a la espera, satisfecho con mantener sus territorios en Italia. Mientras, los cónsules, creyendo que el poder de Aníbal se disolvería sin necesidad de librar batalla, también esperaron.
Aníbal esperaba ayuda desde Cartago. La espera fue en vano, no obstante, dado que un gran convoy de 100 barcos cargados con soldados, dinero y suministros; fue desviado de su curso por fuertes vientos, interceptado y desbandado por la flota romana en Cerdeña. Aníbal tuvo que elevar los impuestos y conseguir nuevos recursos mediante confiscaciones. Estas medidas minaron su popularidad entre la población local, lo que causó numerosas defecciones.
Batalla de Locri 205 AC
En el Brucio, el ejército de Aníbal comenzaba a padecer problemas de abastecimiento. Durante el verano permaneció junto al cabo Lacinio, al sur de Crotona. La guerra se encontraba en una fase en la que predominan los saqueos de los territorios vecinos. La guarnición romana de Regio asolaba los campos circundantes a Locri, capturando unos artesanos, que una vez prisioneros acordaron facilitar una traición a cambio de su libertad. Escipión se interesó en la cuestión y reunió un grupo de 3.000 soldados para que desde Regio, se dirigirán a tomar Locri.
Equipados con escalas consiguieron subir los muros y juntamente con traidores redujeron a los centinelas. Iniciado el combate y con la confusión, la guarnición cartaginesa cuyo jefe se llamaba Amílcar, creyó que la ciudadela estaba ya tomada y huyó a una segunda fortaleza situada en las inmediaciones. La ciudad se asienta entre ambas fortificaciones. Pequeñas escaramuzas tuvieron lugar entre ambos bandos, aumentando los cartagineses su tropa con refuerzos llegados de los alrededores. Finalmente Aníbal se acercó a la zona, pero los romanos con el apoyo de la población permanecieron sin retirarse en la ciudadela que controlaban. Enterado Escipión de la llegada de Aníbal, y del problema en que se veía envuelta su guarnición, dejó a su hermano Lucio al mando en Sicilia y se dirigió a ayudarlos desde Mesina. Aníbal envió un mensajero a Amílcar indicándole que al amanecer de la mañana siguiente forzase un combate con el enemigo para entonces irrumpir él por detrás y tomar la otra ciudadela mientras estaban luchando.
Debido a la falta de material de asalto y a lo constreñido del lugar, Aníbal que había llegado una vez iniciado el combate, no pudo cumplir sus intenciones e instaló su campamento en las cercanías. Mientras, la flota romana llegó a Locri y desembarcó entrando en la ciudad antes de la puesta del sol. Al día siguiente Aníbal inició el asalto de los muros, siendo sorprendido por una repentina salida de la ciudad de los defensores que mataron a 200 hombres y le obligaron a replegarse. Intuyendo la presencia del cónsul romano ordenó levantar el campamento e irse ante la posibilidad de verse cercado por este y los otros dos ejércitos que ya operan en el Brucio (el de Metelo y el del cónsul Licinio Craso). Su guarnición quemó las casas como medio de distracción, y huyeron alcanzando a los suyos. Escipión ocupó todo el pueblo, tras lo cual reembarcó sus tropas y retornó a Mesina en Sicilia, dejando al propretor Quinto Pleminio a cargo junto a los tribunos que él había dejado. Estos tendrían una pugna debido a la rapacidad que demostraron con la recién tomada población. Los excesos cometidos serán aprovechados por los rivales políticos de Escipión para intentar apartarlo del mando.
Al final de la campaña se declaró una peste que afectó al ya mermado ejército de Aníbal y a los dos ejércitos romanos en la zona, en especial al de Metelo. Debido a los estragos de la enfermedad, los romanos licenciaron al ejército de Metelo al completo. Aníbal por su parte repartió su ejército en guarniciones. Esto condicionaría la ausencia de operaciones militares por parte de ambos en la última fase del año.
Batalla de Crotona 204 AC
El año 204 AC comenzó con la elección de los nuevos cónsules, Marco Cornelio Cetego que se le asignó Etruria y Publio Sempronio Tuditano que se le asigna el Brucio. Se le ordenó alistar un nuevo ejército, dado que el anterior tuvo que ser licenciado por la peste.
Aníbal también acabó el año anterior con su ejército padeciendo un brote de peste y dificultades en el abastecimiento, optando por repartir las fuerzas entre las guarniciones de Brucio.
Sempronio Tuditano inició una marcha con su nuevo ejército por las proximidades de Crotona durante la cual fue sorprendido por el ejército púnico. Tras sufrir 1.200 bajas mortales consiguió refugiarse en su campamento. Esa misma noche avisó al procónsul Publio Licinio Craso, para que se uniese con sus hombres a él. Al día siguiente los romanos ofrecieron batalla permaneciendo el ejército de Craso en retaguardia escondido. Tentado por la posibilidad de volver a endosarle una derrota Aníbal acepta el envite, viéndose sorprendido por la aparición del segundo ejército. Los cartagineses fueron derrotados sufriendo 4.000 muertos y 300 prisioneros, teniendo que refugiarse en Crotona.
Aníbal abandona Italia 203 AC
En el 203 AC, fueron elegidos cónsules Cayo Servilio Gémino en Etruria dada amenaza de Magón en Liguria y Cneo Servilio Cepión en Brucio. Cetego tiene 2 legiones en la Galia Cisalpina y Quintilio Varo 2 legiones en Arimoni con lo cual disponen de 8 legiones para controlar a Magón.
Tuditano tenía 4 legiones en el Brucio que unidas al ejército consular disponen de 8 legiones para controlar a Aníbal, que solo ocupa el Brucio. Muchas ciudades se siguieron pasando al bando romano, aunque no hay campañas militares dado que el esfuerzo principal estaba en el norte contra Magón. No obstante Livio se hace eco de un combate del cónsul contra Aníbal en el que este último habría perdido 5.000 hombres, una cifra exagerada para la poca difusión que habría tenido este evento. De cualquier modo fue el último combate conocido de Aníbal en Italia. Al igual que su hermano Magón, recibió una embajada de Cartago que le indicaba que debía retornar a África para hacer frente a Escipión.
Livio cuenta que Aníbal masacró a los itálicos que rehusaron acompañarle a África y dejó guarniciones en diversas localidades pero con tropas de muy baja calidad. Lo que si es cierto es que se vio obligado a sacrificar muchos caballos al no poderlos transportar. Esto indicaría cierta disposición a retornar en caso de que hubiese derrotado a Escipión. Los generales romanos no intentaron en ningún caso detener a los dos ejércitos de los hermanos Barca cuando se reembarcaron, de manera que todo quedaría en manos de Escipión.
Coincidiendo con estos hechos, se produjo la llegada a Roma desde Grecia de una embajada de los estados aliados griegos. En la cual se informaba de que Filipo V de Macedonia había violado los tratados de paz y asolaba sus tierras, al tiempo que había enviado a África un cuerpo de 4.000 hombres bajo mando de Sópater junto con dinero, para apoyar a los cartagineses.