Edad Media La guerra de las Rosas (1455-87) Batalla de Wakefield 1460

Tuvo lugar el 30 de diciembre de 1460 entre las fuerzas de Ricardo, duque de York y el ejército real mandado por la reina Margarita de Anjou, en el marco de las guerras de las Rosas, con el resultado de una gran victoria de la casa de Lancaster. El combate se desarrolló en los alrededores de la localidad de Wakefield, en West Yorkshire, cerca del castillo de Sandal.

Antecedentes

Después de la victoria militar en la batalla de Northampton, Ricardo obtuvo una victoria política después que el Parlamento, por medio del Acta de Acuerdo, lo designó heredero del trono una vez que falleciera el rey Enrique VI. Con este triunfo parcial en el bolsillo, Ricardo no pudo mantener bajo su control a la reina Margarita, quien se dirigió en compañía de su hijo Eduardo de Westminster, príncipe de Gales, al centro del reino, donde contaban con un fuerte apoyo. Reunió un ejército con el cual empezó a acosar a las zonas controladas por sus enemigos. Con el rey bajo custodia, Ricardo y Ricardo Neville, duque de Salisbury se dirigieron al norte, hacia la ciudad de York, con el fin de combatir a Margarita, que se había reforzado con tropas provenientes de Escocia.

Los partidarios de la reina acosaron las haciendas del norte del duque para llevarle lejos de su base de poder en Londres, y alrededor de 21 de diciembre se libró una escaramuza Worksop entre los salteadores y las fuerzas de cobertura de los ejércitos que convergían en Yorkshire.

Los yorkistas llegaron a los alrededores de Wakefield para la Navidad de aquel año, concentrándose en su fuerte castillo de Sandal, cerca de Wakefield; tenían unos efectivos de unos 5.000 hombres; y los de Lancaster, con quizás el doble de ese número, se encontraban a 15 km de distancia en el castillo de Pontefract.

Se concedieron una breve tregua para celebrar la Navidad; el Duque dio permiso a uno de sus cuñados, Juan, señor Neville, para reclutar en su nombre; pudo haber recibido la promesa de apoyo de un antiguo aliado yorkista, Andrés Trollope, un comandante veterano de Calais.

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Guerra de las Rosas. Hombres de armas desmontados: (1) lord Hungerford con una armadura inglesa; (2) lord Juan Field con armadura alemana; (3) lord Juan Flory portaestandarte del duque de Somerset con armadura flamenca. Autor Gerry Embleton

Despliegue de fuerzas

Era una oportunidad para acabar con el duque de York y sus seguidores una vez por todas. El Duque era una amenaza constante para la realeza de Inglaterra; para el rey Enrique VI, para la casa de Lancaster y para la sucesión de la corona. Era la mañana del 28 de diciembre cuando los de Lancaster partieron de Pontefract marchando unos 15 km hacia el oeste, para enfrentarse a los yorkistas, se reunieron en los alrededores del castillo de Sandal. Habrían tomado una ruta a lo largo del terreno elevado por el pueblo de Croften, y cerca del pueblo de Walton. La fuerza, que se cree superior a los 16.000 efectivos, se acercaron al castillo Sandal, ocultándose razonablemente de las vistas del castillo, viajando a lo largo de la base de la cordillera en la que Walton se asienta. Según se acercaban los ejércitos de Lancaster al castillo de Sandal, las fuerzas de cobertura yorkistas detectaron a los atacantes y se replegaron a la seguridad ofrecida por el castillo de Sandal.

El castillo no podía contener dentro de sus muros la totalidad de la fuerza de York y habrían tomado una posición en el terreno llano frente al castillo, al norte de la fortaleza, en el extremo sur de Wakefield Green.

Parece ser, que el centro del ejército de Lancaster, había tomado una posición al norte de Wakefield Green, al sur del río; frente a los yorkistas que estaban dentro y alrededor del castillo, en una colina no muy alta, justo al sur de la ciudad, separada del castillo de Sandal por 1,5 km de campos de cultivo.

Con las tropas de ambas partes en posición, durante las siguientes 24 horas, los de Lancaster se burlaron del duque de York, trataron de hacerles salir de su fortaleza, ya que no tenían equipo de asedio. Eran conscientes de que cuanto más tiempo el duque de York se mantuviera en su posición dentro del castillo, mayor será la probabilidad de que se viera reforzado. Así que les sometieron a constantes burlas y provocaciones.

No están muy claros los motivos por los que Ricardo de York decidió realizar la salida y enfrentar a los Lancaster,  pero la decisión se demostró como trágicamente errónea para el duque. Si Ricardo hubiese permanecido en el castillo a la espera de refuerzos, hubiese podido aguantar fácilmente. Lo más probable es que el duque, viendo los efectivos de los Lancaster desde el castillo, percibió que no eran tan numerosos como él había pensado y, en consecuencia, decidió salir a luchar con ellos.

El martes 30 de diciembre 1460, el ejército de York, aumentado sustancialmente por el recién llegado Ricardo Neville, conde de Salisbury, con unos 7.000 hombres que se habían unido a los 5.000 de York, posiblemente formó en tres divisiones: ala izquierda, centro y ala derecha mandados por sus tres compañeros de alto nivel, el propio duque, su segundo hijo Edmundo, conde de Rutland, y el conde de Salisbury. Debieron acabar los movimientos sobre las 13:00 horas.

Frente a ellos estaba la reina Margarita, apoyada por Enrique de Beaufort, duque de Somerset; James Butler, conde de Wiltshire; Juan, señor Clifford de Craven; y numerosos otros magnates, incluyendo Enrique Percy, conde de Northumbria, y Enrique Holland, duque de Exeter (hijo político de York), Tomás barón de Ros, el conde de Devon que juntaban unos 16.000 efectivos. Se cree improbable que la Reina en persona estuviera en el campo de batalla, siendo las tropas dirigidas posiblemente por los condes de Somerset y Northumbria.

Posiblemente, desplegaron con el conde de Sommerset en el centro, el conde de Northumbria en el ala la derecha y lord Clifford en el ala izquierda, escondidos en los bosques se encontraban un grupo de efectivos bajo el mando del conde de Wiltshire y otro bajo el mando de Tomás barón de Roos. Las fuerzas que desplegaron delante del castillo eran más o menos iguales.

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Batalla de Wakefield 30 de diciembre de 1460. Despliegue inicial y desarrollo de la batalla

El lugar de la batalla de llama Fall Ings, una zona que recibió ese nombre debido a los números de combatientes que cayeron allí durante la lucha; y no donde se levanta el nuevo monumento dedicado a Ricardo de York, ya que el original, que se encontraba en los alrededores, fue destruido durante la Revolución Gloriosa.

Desarrollo de la batalla

Los yorkistas iniciaron el ataque lanzando una carga de caballería que hizo tambalear las líneas de los Lancaster, teniendo estos que ceder terreno. Ya sea por el impulso de la carga o ya sea porque fuera una táctica deliberada de los de Lancaster para llevar a los yorkistas más lejos del santuario del castillo.

Una vez que se hubieron alejado lo suficiente, los de Lancaster realizaron una maniobra de cerco, tal como dicen los cronistas: “fueron rodeados por todos lados, como peces en una red, o un ciervo en una trampa”. Las tropas del barón de Roos y del conde de Wiltshire, salieron de sus escondites en el bosque y atacaron por flancos y retaguardia, se dice que las tropas empleadas para llevar a cabo estos ataques envolventes estaban ligeramente protegidas y eran de infantería y caballería conocidas como punzones. Este era el nombre que se les daba, en referencia a las lanzas de 4,5 m que llevaban, y que entre otros usos, se emplean para disuadir a los desertores de abandonar las filas del ejército. Así ligeramente armados les permitieron atravesar rápidamente la distancia desde su escondite a la parte posterior de las filas de Lancaster y rodear los yorkistas. Otras fuentes dicen que estaban escondidos en el campamento, y que cuando llegaron cerca, salieron y les envolvieron.

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Batalla de Wakefield, 30 de diciembre de 1460. Se ve al duque de York con sobrevesta lleva una armadura italiana con un yelmo tipo bascinete. Se ve al fondo a la izquierda el pendón del conde de Salisbury. Autor Graham Turner para Osprey

Cuando se dio cuenta de que estaba rodeado por todas partes, intentó una retirada hacia el castillo. La batalla se desarrollaba a lo largo de la carretera de Wakefield a Sandal.

Por si las cosas estaban difíciles para el duque de York, el destino le iba a dar el golpe mortal final. Juan Neville, hermano mayor de Ricardo Neville, conde de Salisbury, se pasó a los de Lancaster. El duque de York y sus hombres estaban atrapados. York fue muerto en el campo de batalla, así como Tomás Neville y otros 2.800 yorkistas. Cayeron también 700 en el bando realista.

Secuelas

Las pérdidas yorkistas continuaron después de que la batalla había terminado. Edmundo, conde de Rutland, intentó escapar al norte de Wakefield, pero fue capturado en el puente de Wakefield y muerto por lord Clifford, como venganza por la muerte de su padre en San Albano. El conde de Salisbury fue capturado al final del día, y llevado a Pontefract, siendo ejecutado al día siguiente. Los cuerpos de York, Salisbury y Rutland fueron luego puestas en postes en Mickelgate Bar en York. El propio York se dice que le habían puesto una corona de papel para burlarse de sus derechos al trono.

Aunque la batalla de Wakefield fue un desastre para los yorkistas, todavía tenían dos ejércitos en el campo, las fuerza de Warwick en Londres y Eduardo March en la frontera con Gales. Los eventos pronto probaron que March y Warwick en realidad eran mejores líderes que sus padres habían sido, aunque por el momento se encontraban en una posición muy vulnerable.

Entrada creada originalmente por Arre caballo! el 2017-08-24. Última modificacion 2022-04-26.
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